lunes, 10 de marzo de 2014

Las Vacunas a partir del Año


Con el fin de prevenir enfermedades infecciosas, un abanico de vacunas se abre ante los ojos de los padres. La clave es respetar el calendario obligatorio y consultar con el pediatra si hace falta sumar alguna otra vacuna. Aquí, las dosis y los refuerzos del primer al segundo año del bebé.

Las vacunas ayudan al organismo del bebé a prepararse para luchar contra algunas enfermedades. ¿Cómo lo hacen? Administradas por  inyección o por vía oral, la vacuna contiene un germen de enfermedad atenuado o muerto. Luego, el organismo elabora anticuerpos para combatirlos, de manera tal que cuando los gérmenes invaden el cuerpo del niño, son destruidos por esos mismos anticuerpos y el niño no se enferma. Los anticuerpos combaten las enfermedades infecciosas y habitualmente permanecen en el cuerpo, aún después de que la enfermedad pasa, para evitar que el niño no se enferme de nuevo. A esto se le llama inmunidad. 
Los recién nacidos son inmunes a muchas enfermedades porque tienen anticuerpos que les pasaron sus madres. Pero esta inmunidad no dura mucho, desaparece en el primer año de vida.
Afortunadamente, a través de las vacunas, hoy la medicina da al sistema inmune del bebé la oportunidad de practicar y elaborar anticuerpos protectores antes de que los gérmenes “de verdad” lo invadan.
  
Pero las vacunas sólo son efectivas si se las aplica oportuna y correctamente. Cada país, a través del ministerio de salud, tiene su propio calendario oficial de vacunación que indica dosis y refuerzos obligatorios. Es importante tener presente esta información, pero también contar con la opinión del pediatra de cabecera quien evalúa factores individuales y familiares del niño.

Las vacunas del año y del año y medio

Con el festejo del primer cumpleaños, el calendario indica que es tiempo de aplicar, por vía subcutánea o intramuscular, la primera dosis de la triple viral, vacuna que previene enfermedades tales como el sarampión, la rubéola y la parotiditis. La dosis de refuerzo quedará recién para el inicio escolar del niño, a los seis años.
A los 18 meses llega la hora de los primeros refuerzos de algunas vacunas que se aplicaron durante los primeros meses de vida del bebé: la antipoliomielítica oral trivalente (conocida como SABIN), que da inmunidad contra la poliomielitis o parálisis infantil; la cuádruple, que se compone de la triple bacteriana más la antihaemophilus influenzae b, y previene contra la difteria, tétanos, coque luche (tos convulsa), haemophilus influenza tipo B (meningitis); y la Anti Hib, contra el Haemophilus tipo B.


¿Vacunar contra la gripe?

Habitualmente entre mayo y agosto hay un aumento de las infecciones respiratorias, que se pueden prevenir con medidas generales como airear los ambientes y evitar el contacto con personas infectadas, pero muchas veces esto no alcanza. 

Para hacerle frente a la gripe está actualmente disponible en la Argentina la vacuna antigripal (contra el virus de Influenza) que se puede aplicar a partir de los 6 meses de edad y previene de complicaciones mayores. Su aplicación no es obligatoria, por eso siempre se debe consultar con el pediatra si conviene o no aplicarla. El Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría afirma: “Nosotros, como pediatras, debemos evaluar en forma individual las características del niño y su entorno familiar”. Seguir el calendario oficial de vacunación, pero también los requerimientos particulares de cada niño son las claves para garantizar una infancia saludable.  En el caso de la antigripal, habrá que considerar los llamados “grupos de riesgo”, que en el caso de los niños sólo incluye a quienes tienen cierto tipo de enfermedades crónicas (y su entorno directo).


Compartimos el Calendario de vacunación 2014:

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