La elección suelen ser entre una empleada, jardin maternal o abuela o algún familiar. Si pensamos dejar al chiquito con una empleada, más allá de la confianza que le tengamos, es importante que pueda cuidar al bebito y no que tenga que dividirse entre todas las tareas domésticas y el bebé. Un recién nacido requiere atención, disponibilidad y ganas de ofrecerle un contacto emocional, una mirada de cuidado y cariño. Es importante que la persona que quede a cargo sea resolutiva. Puede ser muy idonea para diversas acciones en una casa pero no para resolver alguna emergencia o imprevisto que puede pasar con un niño. Si la elección pasa por un jardín maternal, es óptimo conocer perfectamente la institución. Por un lado recorrer el jardín, observando la limpieza del mismo, medidas de seguridad tanto de la presencia de matafuegos, salidas de emergencia, protección en ventanas, si hay puertas vidriadas que éstos sean templados, protección en escaleras. También es importante saber la cantidad de personal y niñitos por sala, si se puede ir a dar el pecho al bebé, materiales que hay en la sala, espacio donde duermen la siesta o donde se hace el cambio de pañal. Las referencias que podemos tener del jardín suelen también ser un gran punto a tener en cuenta. Quizás que el bebe quede a cuidado de una abuela puede ser la mayor tranquilidad que le deje a la mamá. En ese caso es necesario que de antemano se charle sobre la manera de cuidados, dejar asentados criterios de crianza, limites, cuidados. También si va a haber un pago o no por las tareas de cuidado. Dejar aclarado de algún modo con anticipación ciertas pautas puede llegar a que no se produzcan situaciones de conflicto en el futuro. Sea cual fuera la elección de quién cuidará al bebé, es fundamental que tu retorno laboral sea tranquilo, disfrutable y teniendo la convicción que tu hijito quedó en buenas manos.
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